Esguince de Tobillo
Por Rocío Yáñez
El basketball en si mismo no provoca alguna enfermedad, pero si el cuerpo no está preparado físicamente para esta actividad deportiva, lo más probable es que se contraiga una de las lesiones más típicas: el esguince de tobillo.
Dentro del tobillo, el ligamento más afectado es el lateral externo, con una incidencia de accidente en 9 de cada 10 casos. La forma más cotidiana de producirse esta alteración; es con el movimiento brusco del tobillo por una mala recepción, por un mal apoyo del peso del cuerpo al pisar y lo que es más frecuente, por pisar a otro jugador. Otras lesiones que se destacan son: la tendinitis del tendón rotuliano y la condropatía fémoro-rotuliana influenciada por las exigencias en un deporte de salto como el baloncesto.
¿Cómo Prevenir?
Para este tipo de lesiones es fundamental entrenar todo el tren inferior en un gimnasio, además de la actividad física realizada por dicho deporte. Un uso adecuado de zapatillas con caña -dependiendo siempre del tipo de superficie donde se esta jugando- alongar antes, durante y después de cada actividad de forma correcta y conciente (conociendo qué músculo se está trabajando) y además cubrirse con tobilleras o vendarse antes de cada entrenamiento.
¿Cómo tratar?
Más vale tarde que nunca. El primer paso a considerar, es concurrir inmediatamente a un kinesiólogo para determinar si en necesario fisioterapia o inmovilización por un par de semanas o más (dependiendo de cada caso). Una vez terminadas las sesiones con el médico especialista, asistir al gimnasio para recuperar masa muscular y usar hielo en la zona afectada en las primeras 48 horas. Por último, nunca está de más consumir anti-inflamatorios cada 6 u 8 horas (máximo 4 días) y seguir con vendaje hasta que el tobillo se haga más fuerte.
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